jueves, 25 de junio de 2009

Me paso el día planeando nuestro encuentro imaginario...

"En Madrid está lloviendo y todo sigue como siempre,
solamente que no estás y el tiempo pasa lentamente.
Estoy loco por que vuelvas, hace tanto que te fuiste.
No te irás a enamorar allí, lo prometiste"
(Alejandro Sanz, "Mi soledad y yo").

Ya tardaba en poner alguna canción de mi querido Alejandro Sanz, el de antes, el de siempre...
Ayer iba a actualizar con otra canción suya, otra de estas trágicas, como todas las que siempre termino poniendo... pero ayer apareciste justo antes de empezar a actualizar. Afortunadamente cambiaste por completo el día, un día triste como el que fue terminó de color de rosa, qué cosas tiene esto del amor idiota...
Terminé sonriendo, muy muy feliz, el día de ayer me confirmaba que todo volvía a ser ideal, como siempre, que ya no cabían esos mensajes inesperados donde me dices que lo mejor es que dejemos el contacto. Hoy era todo lo contrario, tenía mil razones para sonreir por nuestra amistad.
Lo triste del amor no correspondido es que cuando te intentas ver desde fuera, tus comportamientos y las cosas que eres capaz de hacer y pensar, es que te haces gracia a ti mismo pero tambien te terminas comprendiendo. Te conformas con lo más mínimo, llevo años haciéndolo, con un "hola", con una sonrisa, con un gesto que puede no significar nada para quien lo hace y, sin embargo, a uno le puede poner una sonrisa en la cara como un idiota... esto es el amor, nos vuelve asi. Por mucha teoría que haya aprendido con los años (incluso he llegado a decir en broma que tendríamos que estar dando conferencias en las universidades sobre estas cosas) la teoría, los consejos en el amor son, casi siempre, palabras que queremos oir, la mayor parte de las veces son muy distintas de la realidad. Sinceramente, aunque siempre termine sufriendo por amor, tambien creo que esta manera de amar es la más bonita del mundo aunque no siempre es algo agradable y, mucho menos, aconsejable.
Bueno, parece ser que me he desviado bastante de la historia que iba a contar pero, tambien lo que he escrito forma parte de todo esto, del día de ayer y del cambio de sensaciones en el día de hoy. Hoy hace aire, día muy tonto, porque con la calor que hace y las nubes tapando el cielo te entra la melancolía... al menos a mí. Melancolía de cosas que no existen.
Hoy, hablamos un poco de cuando te vayas a estudiar fuera de casa. Como todas las cosas nuestras, fue algo repentino, en medio de la conversacion empiezas a hablarme como si lleváramos meses sin hablar, desde que te fuiste a vivir por ahi (es de esas cosas tuyas que me encantan, tu dulce locura). De repente me entró la melancolía... ¿será porque me metí yo tambien en el papel? jajaja, no creo. Realmente es algo que me pone triste, el no "verte" cada día, el que tengas otra vida, que conozcas otra gente, que yo deje de ser tan importante para ti. Es algo normal, a todos nos pasa cuando empezamos a vivir fuera de casa, conocemos un mundo totalmente distinto al que hemos visto hasta ahora. Sinceramente creo que ese nuevo mundo te devolverá las alas, volverás a soñar y a sentirte viva... pero no será conmigo. Es volver al discursito de que puedo esperarte toda la vida, por supuesto que podría hacerlo, si he llegado a intentar desaparecer de tu vida con todo el dolor que eso me ha provocado esos días sólo para salvar nuestra amistad y que podiéramos volver a ser como siempre, podría esperar el tiempo que fuera necesario por ti, por tu amor. Todo esto suena un poco novelero... un poco Eduard Cullen.
Pero claro, ante esto surge un problema, ¿merece la pena estar toda la vida esperando un amor si realmente no sé si eso va a servir de algo? El amor, como yo lo entiendo, no es tan egoista como algunas veces nos empeñamos en creer. No es asi. Ya he estado en el pasado esperando años, muchos más años de lo que pueda calcularse alguien a mi edad, y todo para nada. Lo peor es que lo sabía, pero bueno, tambien en otras ocasiones cuando lo conseguí no llegó a funcionar antes de empezar, cuando dejaba de ser un sueño, dejaba de ser tan bonito.
En este caso es diferente, mi "amiga del alma", no quiero perder lo que tengo por volver a hacer un comentario desafortunado, por volver a decirte que te quiero. Pero bueno, dices que nunca volverás a enamorarte y siempre terminas sacándome tristes sonrisas cuando dices eso.
Ojalá pudiera yo devolverte la ilusión, tú me la devolviste a mí sin ni siquiera darte cuenta al enamorarme de ti. Es complicado algunas veces todo esto y, probablemente, sólo lo diga porque ese día no ha llegado pero, cuando te vea feliz (conmigo o con alguien que te quiera, al menos, la mitad que yo), ese día yo tambien seré la persona más feliz del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario